Escala Downton: todo lo que debes saber sobre ella

Con el paso del tiempo, las personas nos volvemos más inestables físicamente y, por ello, más propensas a sufrir caídas o accidentes que pueden tener consecuencias para la salud. La escala de Downton es una herramienta utilizada en el campo de la atención médica para evaluar el riesgo de caídas, sobre todo en personas mayores. En el artículo de hoy nos centraremos en conocer esta herramienta tan valiosa, su definición y sus formas de uso. ¡Continúa leyendo!

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Qué es la escala Downton y para qué se utiliza

¿Por qué algunas personas muestran una mayor tendencia a sufrir accidentes? ¿Es la edad el único factor influyente en la probabilidad de experimentar una caída truculenta? Estas son algunas de las cuestiones que motivaron la creación de una herramienta tan importante como la escala de Downton.

También conocida como escala de riesgo de caídas de Downton, fue desarrollada por el Dr. Downton en la década de 1990. Esta herramienta se basa en la observación de diferentes factores de riesgo y su objetivo se centra en identificar a los individuos que tienen mayor probabilidad de sufrir caídas. Su aplicación tiene enormes beneficios en la atención médico-sanitaria, ya que permite tomar medidas preventivas y reducir de esta manera los riesgos asociados con las caídas, sobre todo en personas mayores.

¿Qué factores de riesgo se utilizan en la escala Downton?

Como ya hemos visto, la escala de Downton emplea para realizar su medición una serie de factores de riesgo que indican la probabilidad de que una persona tenga caídas.

Los principales factores que se evalúan en esta escala son:

• Edad avanzada: a medida que las personas envejecen, su equilibrio y fuerza pueden verse afectados. Como consecuencia de esto, aumenta de manera considerable el riesgo de caídas.
• Sexo femenino: debido a factores como la osteoporosis y los cambios hormonales, las mujeres tienen un mayor riesgo de caídas en comparación con los hombres.
• Historial previo: las personas que han tenido caídas previas pueden sufrir secuelas, lo que tiene una repercusión directa en la posibilidad de nuevas caídas.
• Uso de medicamentos: el empleo de ciertos medicamentos puede llegar a incrementar de manera preocupante el riesgo de caídas. Esto se debe a que sus efectos secundarios pueden afectar el equilibrio y la coordinación.
• Problemas de visión y audición: una visión deficiente o incompleta y la incapacidad para oír de forma funcional puede dificultar a las personas la identificación de obstáculos o incluso perjudicar la capacidad de mantener el equilibrio.
• Dificultades de movilidad: la debilidad muscular, la disminución de la movilidad y los problemas de equilibrio son también factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir caídas.
• Patologías: las enfermedades cardiovasculares, neurológicas o musculoesqueléticas también son factores de riesgo.
• Factores extrínsecos al paciente: además de los factores intrínsecos a las propias personas, como su edad o sus dificultades para moverse, existen también los conocidos como factores ambientales. Este tipo de factores de carácter extrínseco se centran sobre todo en la presencia de obstáculos en el hogar o en el entorno de la persona que pueden incrementar el riesgo de caídas.

Esto no quiere decir, sin embargo, que por tener una alta probabilidad las caídas tengan que ocurrir necesariamente. Su finalidad es la de reducir todo lo posible los condicionantes que puedan llegar a provocarlas.

Los que acabamos de detallar son solo algunos de los factores de riesgo que se evalúan en la escala de Downton. La evaluación completa incluye una serie de preguntas y evaluaciones físicas que han sido diseñadas para ayudar a los profesionales de la medicina a establecer un diagnóstico todavía más ajustado.

Se considera que una persona sufre un riesgo de caída siempre que supere los 2 puntos en la escala de Downton.

¿Cómo prevenir las caídas en la tercera edad?

La principal causa de lesiones en personas mayores son las caídas. Así lo recoge en su página el Ministerio de Sanidad de España, que señala que con el envejecimiento las posibilidades de sufrir un accidente de este tipo se incrementan. ¿Qué hacer para prevenirlo? A continuación, te dejamos algunos consejos para reducir al máximo la posibilidad de que una persona de la tercera edad sufra un golpe:

• Actividad física. Realizar ejercicio de forma regular ayuda a las personas de la tercera edad a mantenerse más sanas, potenciando su energía, coordinación y equilibrio, lo que reduce el riesgo de caídas.
• Ofrecer un entorno seguro. Muchas caídas se producen en el espacio domiciliario. ¿Como evitarlo? Contando con unas instalaciones adaptadas y libres de obstáculos, como pueden ser alfombras o utensilios que puedan estorbar.
• Calzado cómodo. Utilizar unos zapatos que agarren es fundamental para evitar resbalones.
• Usar apoyo. Aquellas personas que tengan una movilidad reducida, pueden valerse de bastones y andadores para desplazarse de forma más cómoda y segura.
• Revisiones periódicas. Acudir a consulta médica para hacer revisiones y comprobar que el tratamiento (en el caso de tomarlo) no tenga efectos negativos.

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1. Qué es la escala Downton y para qué se utiliza
2. ¿Qué factores de riesgo se utilizan en la escala Downton?
3. ¿Cómo prevenir las caídas en la tercera edad?
4. ¡Especialízate con una FP Sanitaria!