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Protégete primero, para poder ayudar con claridad y eficacia.
Acércate con calma, preséntate y explica qué sucede sin generar más ansiedad.
Escucha de verdad: acompaña emocionalmente hasta que los profesionales lleguen.
La intervención en crisis es la que se realiza en situaciones de emergencia, desastre y catástrofe. Su primer antecedente lo encontramos en la década de los 50, en la Segunda Guerra Mundial, tratando el Estrés Postraumático derivado de emergencias y desastres.
A principios de los años 70, se empieza a hablar de los “Primeros Auxilios Psicológicos”, llegando a desarrollar estrategias de intervención psicológica en emergencias y desastres a nivel mundial.
Aunque en España será a partir de 1996, tras la inundación ocurrida en el Camping “Las Nieves” de Biescas , que causó 86 muertos y más de 100 heridos, al que acudieron psicólogos y psiquiatras a realizar apoyo psicológico, donde la intervención psicológica empieza a cobrar mayor relevancia
Actualmente está aumentando de forma paulatina la demanda de intervención psicológica en sucesos que causan impacto social, como pueden ser los accidentes de coche múltiples, terremotos, inundaciones, actos terroristas, debido sobretodo el protagonismo que tiene en el bienestar psicológico y socio-comunitario de los ciudadanos.
1. Al servicio de Emergencias
Seguiríamos la regla PAS:
Afortunadamente, gracias a la sensibilización social y de los medios de comunicación, el teléfono 112 y el resto de operativos de emergencias son los más conocidos y casi todo el mundo se apresura a avisar a emergencias cuando sucede algún accidente.
La variedad de situaciones que podemos encontrarnos es amplia: accidentes de coche, inundaciones, incendios, ancianos solos y desorientados o niños. También podemos presenciar situaciones de violencia (callejero, maltrato de pareja, familiar, u otras), escuchar gritos o personas que gritan auxilio, y un largo etcétera.
Ante estas situaciones siempre hay que llamar a emergencias, y los profesionales que atenderán vuestra llamada son los que valorarán la gravedad de la situación y qué dispositivos enviar a la zona (ambulancia, bomberos, policía, etc.). Hoy en día, está todo centralizado y nosotros sólo hemos de describir qué vemos durante la llamada.
2. Presentarse, Informar y orientar
Es crucial presentarnos. Acercarnos de forma tranquila a la persona afectada y decirle cómo nos llamamos, quiénes somos y por qué estamos allí. Por ejemplo: “Hola, me llamo María. He visto tu moto en la carretera y he dado el aviso a emergencias”. Y pregúntale su nombre, recuerda que es una persona y las presentaciones nos humanizan.
En este punto informarla de la situación es clave, la desinformación angustia a las personas que se encuentran en una situación de este tipo. Sólo tendrás que decirle qué te han trasladado cuando has dado el aviso y cuándo tardarán, intentando incidir en un lenguaje positivo utilizando términos como “pronto” dado que la persona víctima de la situación, ya estará de por sí muy angustiada. Podemos fomentar la calma con algunas frases, como por ejemplo “Ya avisé y la ambulancia está ya en camino. También me dijeron que es mejor que no te muevas, pronto llegarán”.
Es importante que controles tu tono de voz y tu lenguaje no verbal; mantente en su campo de visión, con contacto visual cuando hables o te hable, pregunta antes de tocar a la persona si quiere que la ayudes y no invadas su espacio vital si no te da permiso. Tu papel no es sustituir a los técnicos sanitarios, se trata de que la persona esté cómoda y acompañada hasta entonces.
Una vez informada y orientada podemos decir alguna cosa para reconfortar a la persona herida o en problemas, como por ejemplo que nos esperaremos con ella e interesarnos por su estado.
3. Escuchar y facilitar la expresión emocional
Interésate por lo que ha sucedido, facilita su expresión emocional y estimula su diálogo. Con que preguntes y no interrumpas cuando te explique y te mantengas receptivo/a con un estado de escucha activa es suficiente.
Puedes, si estas cómodo en algún momento parafrasear/recapitular para darle feedback de que la entendiste para situarla y mitigar su angustia, usando sus propios términos, por ejemplo: “Lo que me comentas es que te golpeaste con ese árbol desde el lado derecho de la moto”. Incluso, cuando acudan los técnicos, el hecho de parafrasear te ayudará a recordar información para transmitirla a los profesionales, si la persona está inconsciente o demasiado aturdida para hablar.
Si verbaliza o externaliza expresiones emocionales como llorar y se avergüenza, debes apoyar ese sentimiento y facilitar su expresión, con frases del tipo “es normal que te sientas así, has tenido un accidente, pero ya está la ambulancia en camino”.
Durante la espera, mantente accesible, aplicando la escucha activa. Si estás receptivo serás capaz incluso de detectar y observar necesidades que no verbaliza y facilitar su expresión. Luego, existe la intervención psicológica que realizarán los profesionales, que seguidamente os comento.
Las técnicas que pueden ser utilizadas en la intervención psicológica por parte de los Técnicos de Apoyo Psicológico, se diferencian en tres apartados: técnicas de comunicación y habilidades, situaciones especiales con las que el técnico se puede encontrar y técnicas de intervención psicológica en situaciones de crisis y otras técnicas de intervención.
4. Técnicas de comunicación y otras habilidades
5. Situaciones especiales y técnica de intervención psicológica para situaciones de crisis.
6. Otras técnicas de intervención psicológica
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©2025. CEAC. Todos los derechos reservados.
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